Marilú del revés. Viaje al pasado.
Marilú ha cambiado el negro de su pelo por un amarillo pollo desgastado de tanto sol, seco como varillas de escoba de bruja que pica nada más verlo. Una maraña piojosa que duele mirar y que más apetece arrancar como hierba mala que intentar peinarla a jalones desdentando peines y perdiendo quilos de paciencia en la tarea.
La vi rascarse el bajoteta y olerse el dedo sin pudores, rascarse el sobaco y olerse el dedo sin amagos de asco. La vi hacer parada del olfato al tacto sacándose un moco y hacer bola con él como quien moldea plastilina, aplastarlo y pegarlo en el banco apretando con el dedo (más valdría que se lo cortaran) y dejarlo como regalo para el siguiente ocupante. La vi reírse sola pensando, tal vez, en el culo que se llevaría el moco pegado o, quizás, solo se reía por el bello acto de hacerlo sin más.
No quise ahondar más en los imposibles porqués de aquella imagen que por ningún poro me devolvía a mi amiga de la infancia. Aparté los ojos porque me dolía el alma, evité el recuerdo porque escocía más aún y comprobé de nuevo cómo las esperanzas son volátiles, que las personas somos volubles y que las cabezas, aunque pegadas a los hombros, cuando deciden volar lejos y sin billete de vuelta, no hay recuerdo fuerte que las ate de nuevo al cuerpo, a la realidad ni al tiempo.
De ella no quedaba ya ni la cáscara de lo que un día fue. Su ayer estaba ahora tan lejos de mí que ni agarrando sus manos pegajosas de mocos logré sentirla. Hasta su voz sonó a eco lejano, de otro planeta, más lejos aún que el pasado.
Adiós, le dije. Y me despedí otras tantas veces más; una por cada vez que la olvidé, una vez por cada vez que la recordé y no la busqué.
Yudeyna Santana
Me encanta yudi como siempre, que sentimiento saber que muchas estamos pasando y hemos pasado una vida difícil y más triste es ver como va desapareciendo como dices lo una vez fuimos. Te quiero con el alma amiga mía. Águeda Belen.
ResponderEliminarMil gracias, siempre, Águeda. Abrazos❤️
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