viernes, 10 de febrero de 2023

EL CABLE POR EL BARRANCO


 Hay cosas que, aunque se cuenten una y otra vez, cuestan mucho creer. Las vestimos de fantasía por ver si así nos las llevamos a ese otro plano donde todo es posible y siempre hay finales felices y nos decimos:

"En un lejano reino que vivía en paz, un demonio hizo promesa de hacer acto de presencia. Como demonio bien mandado, no vino de frente, sino soterrado..."

Y aunque lo quiera vestir de cuento, es real y es una historia de miedos. Porque son muchos los terrores que acompañan a ese cable y muchas las personas que temen que esta historia se haga realidad. No porque venga bajo tierra y no lo veamos va a ser menos dañino. Este pueblo no se ha levantado a base de tapar el sol con un dedo; Carrizal se ha hecho a sí mismo con el trabajo, el orgullo y el buen hacer de su gente. Y esta gente sabe que no quiere un cable de alta tensión durmiendo bajo sus pies, no quiere que alteren el Patrimonio de su casco histórico poniendo en riesgo los cimientos de sus casas y la salud de sus habitantes. Este pueblo habla claro, alto y unido con una sola voz que grita fuerte EL CABLE POR EL BARRANCO.

Aunque Antoñita no me esperaba hoy, su cafetera siempre está lista y la charla asegurada. Mientras me contaba cómo vivió el pasado viernes el acto de reconocimiento a los oficios artesanos, yo la escuchaba y solo podía pensar en que toda ella es Patrimonio de este pueblo. El patio de su casa habla sobre miles de historias que llegaban en sacos y sacos de cartas a aquella primera oficina postal del pueblo. Sus manos son pura artesanía que crea maravillas caladas con amor y respeto hacia la tradición. Ella es, a mis ojos, una Institución en el saber y conocimiento de las calles que atraviesan el pueblo. Calles como la que lleva el nombre de su hermano Fray Tomás y que nos acerca al cementerio, que también es Patrimonio de Carrizal y que ya aparece marcada con los primeros rayones del "proyecto cable". Me cuenta que la calle Fray Tomás se corta en un punto determinado para dar paso a otra más cortita, que el nombre de su hermano guía, pero no acaba en la entrada del camposanto. Entonces la miro y no puedo evitar pensar que debe ser una señal, que el ya beatificado Fray Tomás, de alguna manera, nos dice que esas marcas guían pero no enterrarán ningún cable en nombre de intereses ajenos que nada tienen que ver con los de la gente de este pueblo.

Me pregunto cómo se pueden obviar la historia, la salud, el bienestar y, sobre todo, cómo se puede ignorar la soberanía de la voz de un pueblo que suena tan clara que hasta los balcones y ventanas gritan en rojo EL CABLE POR EL BARRANCO. 

Lady Yu

Lamento de un elemento

          El pico rompía la piedra con la fuerza que le daba aquel brazo ya cansado, agotado y hambriento del hombre que lo usab...