En el camino te encuentras
con personajes añadidos
que a veces suman
y otras, restan.
No son éstos meros obstáculos,
no son aleatorios como crees.
Caminan, respiran y viven como tú;
están ahí para que aprendas.
Ellos ni lo saben
y tú te enteras mucho después,
cuando todo pasa
y la marea baja,
cuando todo vuelve al sitio
y asumes lo aprendido.
Ya no ves el obstáculo
ni al personaje aleatorio,
ya ni recuerdas el por qué
de tu enfado ni el agravio.
Ahora eres la suma
de todo lo que fuiste,
de lo que te trajo hasta aquí
y de ese ser del que también aprendiste.
Ahora te paras y piensas
si tendrás la suerte de ser para alguien
la enseñanza que vives,
el recuerdo de un algo
que viva y respire
cuando tú ya no estés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario