Despierta, mamá
- Mamá, despierta.
La zarandeo y la llamo cada vez más alto, pero mamá no se mueve, no responde.
- Señora, ¿me ayuda?. Mamá no se despierta.
Sabe que estoy asustado, pero sabe hacer su trabajo. Me tranquiliza mientras intenta que la gente a nuestro alrededor no note lo que ocurre.
La señora hace tan bien su trabajo que ha conseguido que ni siquiera yo me entere de que mamá ha muerto mientras sobrevolábamos el mar rumbo al continente.
Mamá se quedó en el cielo soñando, como tantas veces, que llegábamos sobre las nubes al lugar de nuestros sueños.
Muy bonito Yudeyna
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