sábado, 11 de abril de 2020

PLANETA VIVO


He creado mi propio universo. Un planeta de letras que se encadenan a sus satélites y forman historias. Unas más increíbles que otras. Algunas, sencillamente desgarradoras y otras tan normales y rutinarias que quien las lee se identifica y, casi sin darme cuenta, he escrito la breve biografía de alguien que ni siquiera conozco pero que, en algún momento, sentí conmigo, entre mis palabras desordenadas.
Para muchos, este encierro está significando eso precisamente, un encierro, una cárcel. En este momento que nos está tocando vivir, se me plantea el eterno oxímoron de mi vida porque, para mí, se está convirtiendo en toda una liberación más allá de los muros de piedra. Esta libertad traspasa barreras de tiempo, estrés y, sobre todo, las de piel y huesos. Esos topes encerrados en el cerebro que, de una forma u otra, nos atrapan la creatividad convirtiéndola en miedo.
En contraste con este sentimiento generalizado de encierro, el respiro que está suponiendo para el mundo animal y vegetal no tiene parangón. La fauna irrumpe en las calles desiertas y la vegetación rompe asfaltos. Eclosiona la vida más allá del hombre, demostrándonos con maestría y elegancia que somos una lacra para este planeta.
Puestos a crear, aprovechando el cautiverio y, mientras dejamos respirar al planeta, creemos y hagámoslo de la mejor manera que se nos ocurra. Es solo una invitación, una llamada a la reflexión para que, desde la libertad de cada uno, más allá de nuestros muros de piel y huesos, derribemos nuestros topes y dejemos fluir. Quizás así, las paredes que nos rodean dejen de asemejarse al hormigón y se parezcan cada vez más a esa playa donde queríamos pasar las vacaciones. Tal vez ese techo que por momentos se nos abalanza y oprime, torne en colores de cielo y las alas nos lleven a volar lejos. A lo mejor, al mirar por la ventana, más que calles vacías de gente, veamos con claridad el vergel que de verdad merecemos y que la Madre Naturaleza nos está regalando de nuevo solo para recordarnos, como en un buen matriarcado, quién manda aquí.
Cada quien gobierna su propio planeta, no hay discusión en eso. Pero no hay que olvidar que hay una MADRE que dirige nuestro universo.

Yudeyna Santana
06/04/2020

12 comentarios:

  1. Bonita reflexión Yudy, quizás así podamos ser mejores personas y el gran mundo por descubri que tenemos en nuestros hogares y en nuestro planeta

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  2. Precioso como todos !!!!! Enhorabuena

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  3. Sí Paqui. Son cosas que, ahora que tenemos tiempo, igual merece la pena valorar. Besos.

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  4. Genial como todo lo que escribes. Besitos!!

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  5. Yidi mi niña sabes lo que pienso de ti y de todo lo que haces. Lo he vuelto a leer y me encanta de verdad amiga eres maravillosa

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  6. Muy bonito, en pocas palabras dice muchísimo, es un placer ser una milésima parte de tu planeta.

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  7. La inconciencia de tener un don y no saberlo...te hace ser grande ...!!!
    ....plasma todo ese pensamiento en esas palabras..!!
    ..`.Maldita sean las palabras porque encadenan nuestros sentimientos...`
    Antonio Orozco ...

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  8. Es un placer leerte siempre. Así da gusto

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